Seguro que en algún momento de tu vida has utilizado un abanico para hacer más amenas las altas temperaturas del sofocante calor del verano. Pero, ¿alguna vez te has preguntado de dónde viene su procedencia o cómo es su proceso de creación? Hoy, desde la Regidoria de Comerç del Ajuntament de València, te damos todos los detalles.

Historia del abanico valenciano

La tradición del abanico valenciano se remonta a más de cinco siglos. Durante el siglo XVIII, València se consolida como el principal centro productor español de abanicos. No solo a nivel nacional, sino en toda Europa por la calidad de sus palmitos. Concretamente, en 1715 nace el Gremio de Maestros abaniqueros de la ciudad de València. Más tarde, se impulsa este sector con la llegada de la Revolución Industrial. Fue en 1802 cuando se creó la Real Fábrica de Abanicos de València.

Tras este éxito, según cuenta la historia de los abaniqueros valencianos, fueron dos franceses quienes tuvieron intenciones de hacerse con el mercado español, importando piezas que luego eran montadas en nuestra ciudad. Ante esta circunstancia, los abaniqueros valencianos pusieron tierra de por medio ante la Diputación Provincial.

La industria valenciana consiguió su mayor desarrollo a partir del siglo XIX.

Proceso de creación del abanico valenciano

Aparentemente, el abanico parece simple de fabricar pero pasa por varias manos especializadas para completar su proceso de creación. Eso sí, en función del material se actuará de una forma u otra. Por ejemplo, si se trata de un abanico de madera, los fabricantes seguirán los siguientes pasos:

  • Serrar las varillas para darles forma y grosor.
  • Calar, adornar y maquear las varillas de forma opcional.
  • Telar las varillas.
  • Pintar y colorear el abanico al gusto.
  • Remachar los clavillos y añadirle la anilla deseada.

En cambio, el proceso de creación del abanico de plástico es completamente distinto. En primer lugar, el varillaje sale con la forma del molde y el color deseado. Se puede grabar con termo impresión y, posteriormente se añade la tela y se cose la puntilla, en el hipotético caso de que la lleve. Finalmente, se remacha y se repasa y listo para abanicarse.

Los artesanos abaniqueros valencianos

Son muchos los artesanos abaniqueros que han formado parte de la historia de València. En la actualidad, destacamos Abanicos Carbonell y Abanicos Vibenca.

Abanicos Carbonell

Ya han pasado por sus instalaciones en la calle Castellón 21, cinco generaciones. Sus palmitos son 100% artesanales y también 100% españoles, puesto que cuentan con la colaboración de profesionales de toda España. Sus elaborados abanicos han viajado por países como Japón y Filipinas.

En pleno centro de València encontrarás piezas con una gran variedad de materiales, colores y diseños.

Abanicos Vibenca

Al igual que la anterior tienda artesana, Abanicos Vibenca también ha demostrado su compromiso a lo largo de estos años, puesto que ya han pasado tres generaciones por sus talleres. Desde 1910 se encuentran en la plaza Lope de Vega, 5, para elaborar y, sobretodo, pintar los mejores palmitos.

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